Dentro de los principales temas abordados en instancias de reunión de gerentes legales en el último tiempo se encuentran los nuevos desafíos que enfrentan gerencias legales corporativas especialmente en Latam.
Algunos de los casos que han llamado la atención por el nivel de innovación aplicada a el desarrollo de soluciones es el de Mercado Libre, cuyo equipo legal, luego de entender y bajar la estrategia corporativa, definió que parte de su misión sería declararse “en un estado de constante beta”. Con ello han logrado alinear sus objetivos como área de soporte con los objetivos de la empresa, generando soluciones legales que contribuyen a la cadena de valor de la compañía.
Lo anterior no hace sino confirmar la relevancia que tiene para un área legal el comprender de forma cabal el negocio y hacer propias las definiciones estratégicas de la organización a la cual sirven. Solo ese nivel de comprensión permite construir, como en el caso de MercadoLibre, una cultura basada en la humildad continua, pregunta permanente, creatividad y búsqueda de oportunidades de mejoras. Por su parte, también permite planificar e invertir adecuadamente en tecnología que facilite una gestión eficiente de los recursos, reorganizando el trabajo para aportar en aspectos donde esa flexibilidad agrega realmente valor. La consecuencia inmediata de la gestión de un departamento legal con foco estratégico es la posibilidad de identificar de forma eficiente y oportuna aquellas materias o actividades que pueden ser prescindibles, externalizables o automatizables.
Otro caso interesante es el de Aerolíneas Argentinas, donde su gerencia legal ha basado su forma de actuación en la rapidez, calidad y flexibilidad. Estos ejes estratégicos propios contribuyen a que el equipo legal tenga claridad en cuanto a su función y rol dentro de la compañía y sea capaz de generar soluciones legales que apoyen el cumplimiento de metas organizacionales. En efecto y a título ejemplar, el eje de la rapidez puede guiarnos a la integración de tecnología y a la conclusión de que se requiere de un equipo con profundo conocimiento del derecho que permita resolver consultas, asesorar en la determinación de decisiones y liberar tiempo de los recursos internos por medio de sistematización, outsourcing de procesos u otros.
De tal forma, la gerencia legal perfectamente puede ejercer liderazgo y promover la innovación dentro una compañía por medio de una actitud adecuada y el conocimiento basal apropiado. El proceso no es fácil y requiere tiempo tanto para la planificación como para la puesta en marcha.
Sin embargo, el gerente legal cuenta con la experiencia de sus pares de otras áreas. Más, siempre está la alternativa de contratar a consultores expertos en estrategia de departamentos legales y adoptar tecnologías que faciliten el trabajo en temas tan variados como gestión documental, asistencia de reclamos, due diligence, administración contractual, automatización, firma digital, uso de inteligencia artificial u otros.
Hoy existe una gran oportunidad para integrar a la administración de los departamentos legales conocimiento, experiencia y herramientas habitualmente presentes en la gestión de empresas, pero para ello se requiere un adecuado entendimiento del negocio y, potencialmente, el apoyo de profesionales que hayan desarrollado las metodologías necesarias para lograr objetivos oportunos y de valor para las compañías donde estos departamentos legales se insertan.
Andrés Jara
Socio fundador de Alster Legal
Profesor Derecho PUC