Economía impulsada por datos: Análisis, decisiones y evolución

Los avances relacionados con la informática,[1] desde su explosión a mediados del siglo XX, son innumerables, en especial gracias al desarrollo tecnológico relacionado con la electrónica y la inteligencia artificial. En sus inicios su centro estaba en la digitalización de la información para así poder ordenar datos (unidad mínima de medida de información) y sistematizarlos de forma automatizada, para luego, a través de bases de datos, obtener información.

 

Hoy los tiempos y esfuerzos ya no se centran en la digitalización, incluso ya existe una gran proporción de la población que son nativos digitales. El mejor ejemplo al respecto es que aproximadamente el 90% de los datos que están en Internet ha sido creado en los últimos dos años,[2] de ahí que hace un par de años ya estemos familiarizados con el término Big Data.

 

Toda esta cantidad de datos, sumada al gran poder de procesamiento de la misma ha convertido nuestra época en la era en que predomina la economía impulsada por datos, permitiendo – desde 2010 en adelante – a la gran mayoría de las industrias en basar sus decisiones principalmente en el análisis automatizados de datos, lo que ha provocado evolucionar desde la tecnología de la información a la gestión del conocimiento.

 

La gran ventaja de tomar decisiones basado en análisis de datos es que nos permite conocer de una forma mucho más fidedigna al cliente final, pudiendo predecir sus cambios de comportamiento de una forma casi instantánea, permitiéndoles ofrecer productos o servicios mucho más especializados, lo que permite – finalmente – que éste tenga un mayor valor agregado y, en definitiva: un mayor retorno de la inversión.

 

Estas herramientas, además permiten mejorar los procesos operacionales de las empresas, identificando mejoras en los costos productivos, siendo más fácil reconocer oportunidades para la innovación, integración y diversificación de los negocios de cada compañía.

 

El gran poder de procesamiento de datos ha hecho florecer nuevos tipos de negocios, basados principalmente en plataformas tecnológicas, que reúnen personas, activos y datos, creando así formas completamente nuevas de consumir bienes y servicios, siendo los mejores exponentes de esta corriente empresas como Amazon, Uber, Netflix o Cornershop, quienes procesan grandes cantidades de datos con el fin de mejorar el servicio que proveen. De hecho, estas muchas veces parecieran más que nada empresas de tecnologías que proveedores de bienes o servicios. 

 

Claramente la industria legal no ha estado a la vanguardia en este proceso, principalmente debido a que el papel ha sido su gran aliado, tomándosele recién el peso a la firma electrónica luego del COVID, por lo que es posible entender que esta industria está recién en pañales o en la fase inicial de la digitalización, pero sin duda se verá beneficiada de las grandes oportunidades que el manejo automatizado de datos le puede brindar.

 

Uno de los casos más famosos en el mundo de cómo la economía impulsada permite conocer mejor la realidad, en este caso la judicial, ha sido el surgimiento de las aplicaciones con fin de aplicar machine learning con el fin de predecir decisiones judiciales. Esto ha causado gran revuelo en el mundo, prohibiéndose este tipo de soluciones en Francia, por ejemplo, cuya “Reforma a la Justicia” de 2019, basándose en la privacidad de los datos, prohibió el análisis de sentencias basados en metadatos como la identidad de los jueces y magistrados de Corte. En nuestro país, es loable el esfuerzo que realiza nuestro Poder Judicial con el Baremo Indemnizatorio de Daño Moral, en el cual la última publicación, referente a responsabilidad médica fue preparada con la ayuda de inteligencia artificial; hecho novedoso ya que los dos primeros registros (muerte accidental y accidentes del trabajo) fueron realizados sin este tipo de tecnología.

 

El viaje para gestionar el conocimiento requiere de una gran cantidad de inversión y reinvención que parte con la digitalización de todos los procesos y, lo más importante, la sistematización y creación de bases de datos que nos permitan lograr el conocimiento requerido para cada empresa e industria; cuyo procesamiento permitirá obtener información del cruce de datos que resulte; para finalmente generar conocimientos relacionados con el desarrollo del giro de la empresa y, en especial, el cliente final.

 

 

Este nivel de avance si bien es asombroso también propone una serie de desafíos propios de nuestra era, en especial nuevas formas de asociación y trabajo que han modificado y modificarán nuestro estilo de vida en todo aspecto; lo que incluye beneficios y peligros como la utilización de ese conocimiento para promover tomas de decisiones tan equivocadas como las que producen las fake news.

 

Personalmente estimo que es muy difícil que pueda existir una legislación que pueda resolver todos los problemas que la tecnología crea, ya que ésta va creando – día a día – nuevos problemas y desafíos; recayendo en la tecnología el deber de ofrecer productos y servicios que sean éticos y que permitan el control del tratamiento de datos de una forma transparente, con procedimientos automatizados de control de contenido y comunicación al titular de la información que se tiene de él.

[1] Conjunto de conocimientos técnicos que se ocupan del tratamiento automático de la información por medio de computadoras.

[2] Einstein, Michael, and Michael Einstein. “Some Amazing Statistics about Online Data Creation and Growth Rates.” Information Overload Research Group, 18 Apr. 2019, iorgforum.org/case-study/some-amazing-statistics-about-online-data-creation-and-growth-rates/.