Economía impulsada por datos: Análisis, decisiones y evolución

Los avances relacionados con la informática,[1] desde su explosión a mediados del siglo XX, son innumerables, en especial gracias al desarrollo tecnológico relacionado con la electrónica y la inteligencia artificial. En sus inicios su centro estaba en la digitalización de la información para así poder ordenar datos (unidad mínima de medida de información) y sistematizarlos de forma automatizada, para luego, a través de bases de datos, obtener información.

 

Hoy los tiempos y esfuerzos ya no se centran en la digitalización, incluso ya existe una gran proporción de la población que son nativos digitales. El mejor ejemplo al respecto es que aproximadamente el 90% de los datos que están en Internet ha sido creado en los últimos dos años,[2] de ahí que hace un par de años ya estemos familiarizados con el término Big Data.

 

Toda esta cantidad de datos, sumada al gran poder de procesamiento de la misma ha convertido nuestra época en la era en que predomina la economía impulsada por datos, permitiendo – desde 2010 en adelante – a la gran mayoría de las industrias en basar sus decisiones principalmente en el análisis automatizados de datos, lo que ha provocado evolucionar desde la tecnología de la información a la gestión del conocimiento.

 

La gran ventaja de tomar decisiones basado en análisis de datos es que nos permite conocer de una forma mucho más fidedigna al cliente final, pudiendo predecir sus cambios de comportamiento de una forma casi instantánea, permitiéndoles ofrecer productos o servicios mucho más especializados, lo que permite – finalmente – que éste tenga un mayor valor agregado y, en definitiva: un mayor retorno de la inversión.

 

Estas herramientas, además permiten mejorar los procesos operacionales de las empresas, identificando mejoras en los costos productivos, siendo más fácil reconocer oportunidades para la innovación, integración y diversificación de los negocios de cada compañía.

 

El gran poder de procesamiento de datos ha hecho florecer nuevos tipos de negocios, basados principalmente en plataformas tecnológicas, que reúnen personas, activos y datos, creando así formas completamente nuevas de consumir bienes y servicios, siendo los mejores exponentes de esta corriente empresas como Amazon, Uber, Netflix o Cornershop, quienes procesan grandes cantidades de datos con el fin de mejorar el servicio que proveen. De hecho, estas muchas veces parecieran más que nada empresas de tecnologías que proveedores de bienes o servicios. 

 

Claramente la industria legal no ha estado a la vanguardia en este proceso, principalmente debido a que el papel ha sido su gran aliado, tomándosele recién el peso a la firma electrónica luego del COVID, por lo que es posible entender que esta industria está recién en pañales o en la fase inicial de la digitalización, pero sin duda se verá beneficiada de las grandes oportunidades que el manejo automatizado de datos le puede brindar.

 

Uno de los casos más famosos en el mundo de cómo la economía impulsada permite conocer mejor la realidad, en este caso la judicial, ha sido el surgimiento de las aplicaciones con fin de aplicar machine learning con el fin de predecir decisiones judiciales. Esto ha causado gran revuelo en el mundo, prohibiéndose este tipo de soluciones en Francia, por ejemplo, cuya “Reforma a la Justicia” de 2019, basándose en la privacidad de los datos, prohibió el análisis de sentencias basados en metadatos como la identidad de los jueces y magistrados de Corte. En nuestro país, es loable el esfuerzo que realiza nuestro Poder Judicial con el Baremo Indemnizatorio de Daño Moral, en el cual la última publicación, referente a responsabilidad médica fue preparada con la ayuda de inteligencia artificial; hecho novedoso ya que los dos primeros registros (muerte accidental y accidentes del trabajo) fueron realizados sin este tipo de tecnología.

 

El viaje para gestionar el conocimiento requiere de una gran cantidad de inversión y reinvención que parte con la digitalización de todos los procesos y, lo más importante, la sistematización y creación de bases de datos que nos permitan lograr el conocimiento requerido para cada empresa e industria; cuyo procesamiento permitirá obtener información del cruce de datos que resulte; para finalmente generar conocimientos relacionados con el desarrollo del giro de la empresa y, en especial, el cliente final.

 

 

Este nivel de avance si bien es asombroso también propone una serie de desafíos propios de nuestra era, en especial nuevas formas de asociación y trabajo que han modificado y modificarán nuestro estilo de vida en todo aspecto; lo que incluye beneficios y peligros como la utilización de ese conocimiento para promover tomas de decisiones tan equivocadas como las que producen las fake news.

 

Personalmente estimo que es muy difícil que pueda existir una legislación que pueda resolver todos los problemas que la tecnología crea, ya que ésta va creando – día a día – nuevos problemas y desafíos; recayendo en la tecnología el deber de ofrecer productos y servicios que sean éticos y que permitan el control del tratamiento de datos de una forma transparente, con procedimientos automatizados de control de contenido y comunicación al titular de la información que se tiene de él.

[1] Conjunto de conocimientos técnicos que se ocupan del tratamiento automático de la información por medio de computadoras.

[2] Einstein, Michael, and Michael Einstein. “Some Amazing Statistics about Online Data Creation and Growth Rates.” Information Overload Research Group, 18 Apr. 2019, iorgforum.org/case-study/some-amazing-statistics-about-online-data-creation-and-growth-rates/.

 

Legaltech: ¿Una solución contra la corrupción?

Hoy podemos observar que nuestros países presentan altos índices de corrupción[1] y es cada vez más difícil combatirla.

La corrupción es como ese vecino que lleva años viviendo en frente de tu casa, pero que tratamos de evitar para proteger a nuestras familias de posibles daños o agresiones, y no sabemos cómo hacer para que se vaya. A su vez el legaltech, es como el vecino nuevo, lo juzgamos de inmediato por sus ideas innovadoras e incluso disruptivas, hasta que lo conocemos y queremos que sea nuestro mejor amigo.

En este vecindario, el vecino nuevo “legaltech” despierta en el vecino desagradable “corrupción” una profunda incomodidad, cuya reacción es crear pánico colectivo para no perder el control de la comunidad que tanto tiempo ha venido vulnerando, generando así, más inseguridad, incertidumbre y desesperanza, pero que podría terminar con un final feliz si todos pusiéramos de nuestra parte y nos involucráramos.

Lo que vemos personificado en un vecindario en los párrafos anteriores, es lo que ocurre con la corrupción. Hemos tomado la actitud del mal menor, creyendo que “más vale diablo conocido que diablo por conocer”, toda vez que hacemos caso omiso a los distintos mecanismos que utilizan algunas personas dentro de las instituciones públicas y privadas para verse beneficiados, ya que al menos sabemos que llegan hasta un “límite” y cualquier otro podría ser peor. Esto podría cambiar, por lo menos desde mi punto de vista.

Tenemos una gran oportunidad de eliminar la corrupción, sin violencia y por medio de la innovación legal. El último tiempo han aparecido innovadores mecanismos que velan por la transparencia y certeza jurídica en las relaciones humanas, como son por ejemplo los contratos inteligentes (Smart contract)[2], en que el sistema hace cumplir y ejecuta las obligaciones prometidas en el contrato, sin necesidad de recurrir a mediadores o tribunales.

Ideas como la mencionada, utiliza una tecnología llamada “Blockchain”, cuya importancia es la eliminación de intermediarios, el consenso y el almacenamiento de la información en “una cadena de bloques”, pasando a ser inmutable y permanente. Con este antecedente y volviendo al ejemplo del vecindario, significa que cada uno de los vecinos maneja la misma información y todos tienen acceso a ella, lo que hace difícil que el vecino no deseado pueda manipularlos a todos.

Hoy en día, nuestros gobiernos e instituciones se han convertido en ese vecino que no nos da confianza y que nos quita la calma, toda vez que la falta de transparencia en sus procesos, llevan a favorecer a unos pocos y perjudicar a muchos. El legaltech sería una oportunidad para poder conseguir una mejor utilización de recursos tanto humanos como económicos.

Si permitimos mezclar tecnología e innovación legal, podríamos lograr que el bien común sea una realidad y no una ficción. El legaltech nos permitiría, como en ejemplos anteriormente señalados, dar certeza a las fechas acordadas, al contenido estipulado y a los acuerdos logrados, reduciendo en parte aquellas formas de corrupción como el uso de información privilegiada, la evasión fiscal, las extorsiones, los fraudes y la malversación, entre otras muchas que podemos encontrar en las relaciones humanas debido al incumplimiento de la palabra empeñada.

Como abogadas y abogados, tenemos la responsabilidad de ser un aporte real a la sociedad, entregándoles las herramientas para que entiendan la importancia de los derechos y deberes que les corresponden y así poder facilitar el acceso a la justicia, evitando que los privilegios mal utilizados sigan contaminándonos. 

[1] https://www.cesla.com/pdfs/Informe-de-corrupcion-en-Latinoamerica.pdf

[2] Revisar https://ethereum.org/en/developers/docs/smart-contracts/ para saber más.

 

LEGALTECH – El mundo de los flojos simplistas

Lo simple puede ser aún más difícil que lo complejo, hay que trabajar muy duro para simplificar las ideas, pero cuando lo haces podrás mover montañas – Steve Jobs.

 

Es difícil imaginar un mundo en donde lo más simple sea lo más complejo a la vez. Para los abogados, lo más lógico es pensar que aquel con más trayectoria y experiencia tendrá siempre la forma más fácil de solucionar las controversias. Nos es difícil comprender que aquel que recorrió más camino y se empapó de complejas experiencias previas, aunque sea incuestionable para el mundo legal, no siempre será aquel que encontró la solución más sencilla. La experiencia alimenta, pero también nubla el camino y genera estancamiento  a largo plazo, porque es difícil cuestionar objetivamente lo vivido y lo gozado.

 

A los abogados nos educan para soportar las dificultades, la crisis y tomar las decisiones riesgosas del negocio, todo con buena cara y un gran manto de confianza.

 

Sin embargo la realidad nos supera. Hoy en día los negocios cambian sus objetivos de forma sostenida y continua, tratando de superponer el ideal de flexibilidad y adaptación que el mercado espera.   Y con ello esperan también que tengamos la experiencia suficiente para acompañarlos en caminos que no hemos recorrido antes. 

 

Lamentablemente hay situaciones para las que no hemos sido preparados,   y no puedo evitar pensar que existen otras disciplinas con mejores  técnicas para  afrontar la situación actual. Para nosotros los abogados, considerar la posibilidad de apoyo interdisciplinario, solo existe en aquellos escenarios que escapan al control del derecho, porque eso es lo que vivimos y respiramos a diario.

 

Nuestra visión por mucho esfuerzo y horas que dediquemos (horas que les cobraremos como planeamiento estratégico), esta nublada  y sesgada por todo lo que nos falta conocer.  Es en este entorno que se vuelve aún más necesario dejar de ser parte del proceso y empezar a escuchar  como juez, con la objetividad por delante.  

 

Existen otras disciplinas que  preparan profesionales con la capacidad de entender y procesar información irrefutablemente mejor  que los que nos prepara el derecho.

 

Aunque nos cueste creerlo, lo mejor del derecho es poder complementarlo con otras visiones de negocio, y es de esta amalgama que nacen los servicios legales alternativos.  Los ALSP nacen del entendimiento de que la realidad  se  queda corta a la interpretación del derecho y como buenos abogados decidimos que ese es el momento justo para pedir apoyo. 

 

En disciplinas como la ingeniería de procesos,  las metodologías ágiles, y análisis de data; encontramos el “match celestial” donde todo lo que nos falta entender ya está dicho, diagramado y procesado en datos recolectados durante años, y es a partir de esta  información que podemos recién analizar qué es lo que venimos haciendo mal por experiencia.    

 

Poco o nada tiene que ver con el contenido o especialización de la materia legal que se esté trabajando. Aquí hablamos del mundo operativo alrededor de las consultas, firmas, informes y entregables.  Ese mundo lleno de ineficiencias creadas por falta de  simplificación del conocimiento.  Ese mismo que resulta tan necesario ahora más que nunca por el trabajo remoto.

 

La solución es simple:  virar el barco hacia a los servicios apalancados en LEGALTECH.

 

Aquí nos encontramos a un grupo de abogados soñadores con desdén a las tareas operativas, no por falta de disciplina, sino por una profunda creencia sobre que el valor agregado de la profesión no se encuentra en estas gestiones.  Este grupo  de flojos y simplistas se atrevió a pensar en un mundo donde estas tareas estuvieran totalmente automatizadas, y entendió que  de la unión con otras disciplinas podían aterrizar sus mejores discursos e intenciones, y orientarlos hacia la corrección de tantos males creados por la experiencia.

 

Simplificación para la eficiencia es la clave.

 

LEGALTECH no es la solución para todos,  pero si es la mejor opción para aquellos que creen que las tareas que más tiempo consumen dentro de sus equipos legales no están generando un aporte real al negocio.   

 

Stephany Celle

Head of Legal & Public Affairs

Alster.law Perú

Tecnología e Innovación en el área legal: Una nueva mirada para los desafíos.

Actualmente vemos y conocemos nuevas tendencias en el mundo legal, en donde nos encontramos adaptándonos a las nuevas necesidades día a día, tanto de las mismas empresas como también de los propios clientes. El consumidor actual busca inmediatez y soporte de calidad, independiente sea la industria, siempre se sentirá cómodo en donde el trato sea fluido y le entreguen respuestas en un corto plazo.

En este punto hemos de ahondar, ya que la tecnología es uno de los motores de cambio en esta nueva era de transformación digital que estamos presenciando. Por otra parte, el abogado y las firmas que se dedican a la actividad legal, han tenido que verse empujadas a esta realidad, que si bien sabíamos que era algo que vendría con el pasar del tiempo, nunca imaginamos que sería un aterrizaje forzoso y de alto impacto. Por lo tanto, entendamos que hoy el equipo legal necesita estar a la vanguardia y volverse “tecnológicos”, sólo así podremos ser capaces de cumplir con las exigencias del mercado.

¿Alguna vez imaginaste que se mezclaría la tecnología con los asuntos legales? Es algo que se creía imposible o bien ni se pensaba, ya que el sector legal no ha sido caracterizado en la historia por aplicar avances en innovación, pero hoy es más que posible y una realidad concreta. En Estados Unidos y gran parte de Europa se comenzó la práctica del “Legaltech” hace ya más de 30 años, entendiendo por “Legaltech” la aplicación de tecnología para proporcionar soluciones legales.

Latinoamérica no está exenta de esta situación y ha ido adoptando la práctica de la tecnología aplicada al área legal en los últimos 15 años, tomando como ejemplo a las diferentes compañías anglosajonas que han sido capaces de transformar los procesos legales, llevándolos a un sistema tecnológico y permitiendo automatizar documentos legales, siendo capaces de optimizar los tiempos tanto de respuesta como de trabajo. En Latinoamérica; Chile, México y Brasil son los más activos en esta práctica y se llevan una parte importante de participación de mercado en la actualidad, también podemos reconocer países como Perú y Colombia sumándose cada vez más rápido en esta carrera, sin duda estamos ante una situación evolutiva y natural de la transformación digital.

No obstante, debemos considerar como la pandemia del COVID-19 que se ha visto propagada a nivel mundial, ha acelerado los procesos digitales, obligando a las empresas a adaptarse a toda costa a un sistema que les permita mantener la continuidad del negocio, y es en ese punto donde es preciso hacer énfasis en la necesidad particular que están teniendo los equipos legales hoy en día.

Wolters Kluwer, empresa de servicios de información holandesa estadounidense, realizó una encuesta llamada “2020 future ready lawyer”, en donde se han levantado datos relevantes basados la examinación de tendencias actuales en el sector legal y qué tan bien preparadas se encuentran las organizaciones para permitirles impulsar un mayor rendimiento.

Algunos hallazgos claves de la encuesta se enfocan en como los abogados ven la tecnología como el principal motor de desempeño, particularmente ligándolo hacia la productividad. En efecto, la creciente importancia de LegalTech es la tendencia principal para el 76% de los encuestados, en donde se encuentran grupos de abogados de compañías, bufetes y firmas de servicios alternativos legales.

Sin embargo, también se revelaron una serie de tendencias que se espera que estas afecten a las organizaciones en los próximos tres años, en donde, la tecnología ha sido la primera en la lista:

  • Importancia en el crecimiento de la tecnología legal: 76%
  • Cumplir con las expectativas cambiantes del cliente/liderazgo: 74%
  • Énfasis en la eficiencia / productividad mejoradas: 73%
  • Capacidad para adquirir y retener talento: 73%
  • Hacer frente al aumento del volumen y la complejidad de la información: 72%

Considerando estos datos, entendemos que el mercado legal vive constantes cambios y es necesario ser proactivos más que reactivos al momento de identificar las necesidades que está teniendo los equipos legales con relación a sus demandas.

En Alster, como parte de la consultoría legal que hemos implementado en algunos de nuestros clientes, se han levantado datos relevantes que se alinean a lo descrito por Wolster Kluwer, por ejemplo hemos obtenido hallazgos, independiente la industria de la compañía, en donde los equipos legales internos son pequeños considerando la magnitud y cantidad de trabajo que pueden llegar a tener y eso en la realidad, considerando todos los cambios que vivimos en este mercado, es poco para poder abarcar y por sobre todo, obtener un trabajo de calidad. La tecnología puede ayudar, pudiendo así incorporar un sistema que les permita agilizar el proceso de documentación legal y manejo de asuntos, mejorando así la capacidad de liderazgo de los equipos legales al momento de compartir esta información con las demás áreas de manera transversal.

Junto con ello, Alster ha desarrollado una unidad enfocada al uso de tecnología llamada Alster Technology, en donde gracias a los hallazgos y diagnósticos que hemos podido levantar a lo largo de la historia con nuestros clientes, han sido la clave para poder solucionar aquellos dolores que viven los equipos hoy en día en esta materia. A través de plataformas tecnológicas es que podemos apoyar a las empresas a automatizar su trabajo y permitirles a los abogados hacer lo mejor que saben hacer, ser abogados y, asimismo, dándoles espacio de convertirse en un socio estratégico de su organización y no perder gran parte de su tiempo en tareas administrativas.

Te invitamos a conocer en detalle nuestras soluciones tecnológicas para equipos legales AQUÍ.

Para mayor información puedes escribirnos a contacto@18.209.34.37 para conocer la plataforma y solicitar una demo gratis.

Transformación digital para la función legal

Alster, inició hoy la serie de webinars denominada “Transformación digital para la función legal”, con la asistencia de más de 250 participantes que disfrutaron de las ponencias de grandes actores del sector legal latinoamericano. El evento estuvo presentado por Andrés Jara, CEO Alster, y moderado por Rafael Mery, Director LATAM en Mirada 360°.

La sesión se caracterizó por su dinamismo y la presentación de ideas radicales para el sector legal, todo en un ambiente 100% virtual demostrando así que es posible generar espacios de valor para toda la comunidad latinoamericana en tiempos como los actuales.

La sesión inició con la exposición de Héctor Roldán, CEO & Founder en Simple Consulting, quien nos invitó a visualizar la velocidad con que se dan los cambios y el rol que tiene la tecnología en esto. Cerró con siete conceptos claves para abordar la transformación digital:

  1. reconocer la existencia de una brecha digital;
  2. la transformación digital es un proceso de múltiples dimensiones;
  3. la velocidad del cambio es exponencial;
  4. disrupción;
  5. estrategia y ejecución;
  6. la cultura como (des)ventaja competitiva, y
  7. liderazgo ambidiestro.

Janet Huerta, Fundadora de Abogado Digital, Academia de Innovación, abordó la transformación digital desde el enfoque de disrupción en la profesión legal. Entregó consejos para abordar los desafíos que impone la tecnología al sector legal e hizo hincapié en que en primer lugar se debe hacer un proceso de autoconocimiento, entender qué talentos y habilidades poseemos y desde ahí ver como la tecnología puede potenciarnos. Presentó además un esquema de la visión integral del abogado digital, donde conjugan la tecnología y  los datos para dar lugar a: Business of law, Law for Business, Law for technology y Technology for Law.

Cerró el ciclo de exposiciones Oscar Montezuma, Director en Niubox Legal, quien expuso sobre los cambios en los modelos de servicios legales. Partió mostrando un mapa de iniciativas new law y legaltech de la región y como estas van tomando fuerzas aunque aún en forma incipiente y conservadora. Predominan los softwares para la gestión de firmas de abogados y solo un 10% de las más de 400 iniciativas recabadas está soportada por inteligencia artificial, blockchain y big data.

El director de Niubox, destacó en su presentación la importancia del propósito como fuente de innovación e indicó que desde este enfoque se debe cuestionar el modelo tradicional basado netamente en rentabilidad, pues estos tienen foco exclusivo en usar las horas para generar rentabiliad pero esas mismas horas son necesarias para iterar procesos de innovación. Finalmente, el expositor hizo un llamado a repensar los modelos de venta de tiempo y animó a los asistentes a diseñar modelos de negocio con propósitos.

Todos los ponentes coincidieron en que el factor fundamental en un proceso de transformación digital e innovación son las personas y que particularmente en el sector legal los abogados son formados para mantener posturas conservadoras, hablar difícil y que esto es contrapuesto a trabajar en equipo y a estar cercano al cliente, por lo que el desafío para la comunidad e industria legal latinoamericana es aún mayor pero a la vez urgente.

Reconociendo esta necesidad es que hemos estructurado la sesión de webinars considerando los ejes: personas, procesos y tecnología. Mañana miércoles 5/08/202 a las 11 horas (UTC -4) tendremos la sesión: Personas | Gestión del cambio, Junto con Marcelo Blechman y Alejandro Goldstein de Olivia Consultoria.

 Puedes inscribirte a través de este link http://18.209.34.37/webinar-personas/

Comunicaciones | Alster 

Innovación en servicios legales ¿Es posible?

En los últimos años, las prioridades estratégicas de las organizaciones han estado enfocadas en la innovación y transformación digital, temas de los que no quedan exentos los departamentos legales debido a que el rubro legal enfrenta movimiento y evolución, pues los clientes externos e internos están cambiando rápidamente.

Los servicios legales tienen que adaptarse para continuar siendo apoyo y soporte dentro de este entorno cambiante, y es la innovación quizás una buena fórmula y metodología para abordar este contexto.

Durante febrero, tuve la fortuna de participar de uno de los eventos más importantes sobre tecnología para la industria legal, como lo es el Legalweek NYC 2020. Tremenda experiencia que me permitió reforzar mi conocimiento y la visión que desde Alster tenemos sobre las oportunidades y desafíos más relevantes que afectan hoy a los profesionales de la información, la tecnología y la gestión del conocimiento en firmas y departamentos legales.

Los diferentes paneles de Legalweek estuvieron enfocados en la innovación para  las áreas legales, pero, en mi experiencia como consultor de gerencias legales, puedo afirmar con certeza que la innovación en el rubro legal es algo complejo, en gran parte, porque la educación y formación de los abogados se sustenta en el control del riesgo, la aversión al mismo y la necesidad de mitigar las desviaciones respecto de potenciales resultados, lo que conlleva, obviamente, a cierta dificultad a la hora de cambiar y, es el cambio, la principal constante de la innovación.

Es un hecho de que no se puede pretender en el mundo actual el prestar un servicio de la misma manera, resolver los asuntos de igual forma o pensar que todo lo que hemos hecho en el pasado debe seguir haciéndose en el presente.

Entonces, hoy la innovación legal es casi una exigencia:

  • Debido a las presiones económicas que surgen desde los clientes internos y externos, hay exigencias de ser más estratégicos y eficientes.
  • La comparación en materia de innovación que ocurre en otros sectores del mercado o áreas de las organizaciones y que deben ser acompañados por el sector legal.
  • La rápida adopción y necesidad de data science y data analytics, como un catalizador que influye en la velocidad con la cual los diferentes sectores están innovando y transformándose digitalmente.
  • El interés de muchos abogados de centrarse en la abogacía de alto nivel y no en tareas mundanas repetitivas que de otro modo podrían ser automatizadas.

Probablemente, una de las reacciones habituales que tengo oportunidad de observar en nuestros clientes es la frustración y temor porque la palabra innovación implica cambios mayores en conductas y acciones. Sin embargo, ¿creen Uds. que la innovación sólo se restringe a grandes pasos?

Quizás, para sorpresa de algunos, la respuesta es: no.

La innovación puede suceder en pequeñas cosas del día a día. Se debe pensar en innovación todo el tiempo, procesos que ejecutamos de forma cotidiana, procedimientos internos o cómo ofrecemos servicios. No es necesariamente encontrar algo nuevo, sino una nueva manera de hacerlo más simple, más rápida o eficiente algo que veníamos haciendo.

Pero ¿Por dónde comenzar a innovar?
  • En primera instancia, es necesario ser conscientes que la innovación es algo que debe y puede surgir de cualquier miembro del departamento legal o firma y no esperar que la innovación sea algo que surja de las personas con perfiles tecnológicos.
  • En segundo lugar, el uso de metodologías ágiles son extremadamente útiles para proyectos de innovación, un ejemplo de ello es el caso del design thinking.
  • Por último, es importante evaluar el tiempo adecuado para innovar y hacer uso de pilotos y pruebas de conceptos.

Según el artículo de Forbes Understanding The Agile Mindset, los profesionales tienen una mentalidad ágil cuando están preocupados y, a veces, obsesionados con innovar y ofrecer un mayor valor para el cliente. Como consecuencia, aquellas organizaciones adquieren la capacidad de adaptarse rápidamente a un mercado que cambia, desarrollando ventajas competitivas que haya sustento en su comportamiento.

Una de las metodologías ágiles que cada día vemos más aplicada para abordar los desafíos legales que enfrentan las organizaciones es el Design Thinking.

Este método es un proceso de resolución de problemas que comienza con la comprensión de las necesidades no satisfechas del cliente. A partir de ese conocimiento, se fusiona con un proceso de innovación que abarca el desarrollo de conceptos, la creación de prototipos y la experimentación.

Cuando Design Thinking es aplicado a las empresas, la tasa de éxito de proyectos de innovación mejora sustancialmente.

Al aplicar Design Thinking abogados y áreas legales pueden, con claridad y dinamismo, definir prioridades, idear, prototipar e implementar nuevas formas de hacer las cosas, equivocándose en ambientes controlados y permitiendo con ello mitigar los riesgos que el cambio implica.

En Alster, hemos tenido la oportunidad de trabajar con prestigiosas empresas en la mejora de sus procesos legales y en cómo dichos procesos pueden ser objeto de transformación digital. En cada uno de esos desafíos buscamos aplicar estos métodos, de forma de asegurar una mejor reacción frente a los cambios y así garantizar el éxito del proyecto.

Por lo mismo, acá algunos tips de lo que lo que hemos aprendido con estas experiencias:

  • Muchos profesionales del derecho toman conocimiento de la relevancia de la innovación y buscan a partir de ello crear valor para sus clientes y empleados, el gran obstáculo es liderar esos procesos y, en ello, el uso de metodologías como la descrita pueden ser de gran utilidad.
  • La innovación legal no se limita a la implementación de nuevas tecnologías; también se trata de adoptar nuevas estrategias y usar metodologías comprobadas de otros sectores.
  • No hay un camino profesional para convertirse en un experto de la innovación legal, la práctica hace al maestro.
  • Seleccionar los procesos críticos y abordar cada uno como un proyecto individual permitirá ser mucho más efectivo.
  • Seleccionado que sea el proceso, , dibujarlo (literalmente) será de gran utilidad, para luego buscar dónde es objeto de modificación.
  • Cuando se haya refinado el , hay que probarlo con clientes modelos. Hacer un piloto que reduzca el riesgo y, solo entonces, con todos los aprendizajes, se puede pensar en automatizar y hacer más eficiente.

Los invito a conocer más sobre nuestros servicios de consultoría legal y transformación digital ingresando a local.alster.law

Por Guillemo Teibo, CIO en Alster Legal